viernes, 8 de agosto de 2008

BASURA EN LA DRE DE CHICLAYO


TANTA BASURA...
¿DÓNDE ESTÁN LAS AUTORIDADES?












ES UNA DE LAS CAUSAS DE TANTAS ENFERMEDADES












LOS POBLADORES SE ENCUENTRAN INDIGNADOS POR TANTA BASURA


















UNA CIUDAD LIMPIA NO ES LA QUE SE LIMPIA... SINO LA QUE NO SE ENSUCIA...











HASTA CUÁNDO LOS CHICLAYANOS SOPORTAREMOS TANTA BASURA...

jueves, 7 de agosto de 2008

LA OTRA CARA DEL DESFILE


TODOS LOS PREPARATIVOS PARA UN BUEN DESFILE











DESPUES DE LA CULMINACION DEL DESFILE, TODOS SE RETIRARON A SUS RESPECTIVOS HOGARES, YA QUE MUCHOS DE SUS FAMILIARES PARTICIPARON. EN ESTA FECHA SE DIERON CITA, VARIAS AUTORIDAES DE LAMBAYEQUE.












LOS NERVIOS SE HACIA NOTAR EN ESTOS JOVENES.













PREPARANDOSE ANTES DEL DESFILE, PONIENDOLE GANAS PARA K SALGA COMO SE MERECEN.












TABLOIDES

TABLOIDES
DEFINICIONES
  • Tabloide es un tipo de periódico con un formato 380mm por 300mm.
  • Periódico de pequeño formato con fotograbados. Tabla gruesa.
  • formato de impresión que mide 28 X 35 cm en el cual se editan generalmente periódicos.


Es el formato o "tamaño " de la hoja de un periodico.El tabloide algunos lo relacionan como el periodico tipo revista (Uno mas uno, El financiero, La Jornada) y la sabana es el formato que viene normalmente doblado el periodico (Excelsior, Reforma, El Universal)Unas medidas Standard para cada formato son las siguientes:Sabana o Hoja Grande o Asabanado600x380 mmTabloide380x300 mmBerlinés (otro formato)470x315 mmAlgunos periódicos tipo sabana incluyen en sus ediciones suplementos tipo tabloide como un magazines.

FORMATO

Este formato de periódico es utilizado porque a comparación de los formatos de hoja grande (600 × 380 mm) o formato Berliner (470 × 315 mm), el formato tabloide es más práctico para la lectura. Entre algunos de los periódicos los cuales utilizan este formato se encuentran (La Vanguardia, El País, El Periódico de Cataluña o El Mundo) de España,
La Jornada de México, "De Peso" de Yucatán, El Espectador de Colombia, Clarín de Argentina o Bild-Zeitung de Alemania (diario más leído en la Unión Europea).Muchos diarios han cambiado de un formato grande a tabloide en los últimos años debido a la incomodidad que al leer causan los formatos estándares. El formato tabloide puede o no estar engrapado.


TABLOIDES SENSACIONALISTAS

Se utiliza el mismo término tabloide para referirse también a una publicación sensacionalista o considerada poco seria. Esto se debe a que los primeros tabloides sensacionalistas aparecieron precisamente con ese formato. Con el paso del tiempo los tabloides de tipo sensacionalista empezaron también a utilizar otros tipos de formato.

DIFERENCIAS ENTRE TABLOIDES

Diversos tabloides se definen a sí mismos como publicaciones serias. No existe un concepto formal para definir la seriedad de una publicación. Sin embargo existen algunas características que los tabloides sensacionalistas tienen en común. Entre otras:

  • El exceso de colores en las páginas y poca uniformidad en la tipografía. Por ejemplo, The Sun.

  • La temática de sus noticias. Utilizan poca cobertura sobre temas de política internacional y por el contrario artículos sobre celebridades, deportistas, familias reales o gente con enfermedades incurables tienen mayor prioridad. Tal es el caso de The Sun y The National Enquirer.
  • El tamaño de sus fotografías. Generalmente este tipo de publicaciones presentan fotografías de un tamaño muy grande en comparación del tamaño de las páginas. Esto reduce la capacidad en el texto. Por ejemplo Bild-Zeitung.
  • La utilización de lenguaje menos estandarizado e incluso prosaíco. El tipo de lenguaje abarca temas sexuales, juegos de palabras e incluso temas escatológicos.

HISTORIA DEL TABLOIDE

El 30 de septiembre pasado aparecía en Londres la versión tabloide de ‘The Independent’. El 26 de noviembre lo hacía la de ‘The Times’ después de que sus ventas cayeran un 7,6% en octubre y Rupert Murdoch, antes remiso, diera el visto bueno. No hubo cambio de precio en ninguno de los dos casos. El éxito de acogida ha sido inmediato. Tanto que en seguida ambos tuvieron que ampliar su área de distribución al gran Londres (M25) y ya preparan su asalto a todo el país. ‘The Guardian’ (que sufrió una caída del 3% ese mes) y ‘The Daily Telegraph’ (del 8%), aunque públicamente aseguran estar muy tranquilos, ya han realizado prototipos internos y aguardan. Inicialmente, el aumento de circulación fue muy alto. ‘The Independent’ lo cifraba los días laborables (que es cuando circula la edición tabloide) en un 20% y globalmente en un 7% respecto a 2002. Las ventas auditadas en noviembre dan una circulación a su ‘compacto’ de 47.500 ejemplares, sobre un total de 190.000. ‘The Times’, por su parte, imprime ya 150.000 ejemplares de su tabloide y su aumento de circulación global se cifra en diciembre en 69.000 ejemplares. El tabloide de Murdoch representa sólo un 10% de sus ventas totales.
El hecho de que dos de los grandes ‘sábanas’ británicos hayan dado el paso ha provocado que el tema esté sobre las mesas de directivos y empresas de comunicación de todo el mundo. Inicialmente, la sorpresa es que el pionero no haya sido ‘The Guardian’, al que todos apuntaban como el principal candidato tras lanzar —hace ya años— al mercado su magnífico G2, una especie de revista diaria tabloide en papel prensa donde incluye contenidos ‘soft’. Desde News International (NI), la compañía editora de ‘The Times’, la versión oficial esgrimida es que ellos no podían ser los primeros por respeto a sus 218 años de historia. Pero ahora ya no se andan con rodeos: “Hace años que venimos estudiando el asunto. Aunque a muchos les gusta el formato estándar éste no necesariamente es la opción más conveniente en determinados mercados urbanos. Y, además, no es ideal ergonómicamente hablando”, reconoce Les Hinton, director ejecutivo de NI. Desde ‘The Guardian’, la explicación es otra: “La situación de ‘The Independent’ es crítica. Deben innovar o morir”, apuntaba aún en septiembre, con cierta autosuficiencia, su columnista Roy Greenslade. Se refería al hecho de que ‘The Independent’, con 180.000 ejemplares, es “con mucho”, el más pequeño de los ‘sábana’, y a que desde su nacimiento en los ochenta ha pasado por innumerables problemas y golpes de timón para tratar de salir a flote. Con todo, lo importante no es quién ha sido primero sino dónde va a acabar esta aventura. Las consecuencias son imprevisibles, aunque hay indicios de lo que puede suceder. El fenómeno de la ‘tabloidización’ de los diarios, como lo llama el diseñador danés Ole Munk, no es nuevo. En realidad, si nos fijamos, los grandes diarios ‘sábana´ o estándar han ido reduciendo progresivamente su formato desde hace varias décadas. No hay más que desempolvar las colecciones, comparar tamaños y caer en la cuenta. ‘The Washington Post’, por ejemplo, redujo su ancho a mediados de los setenta del pasado siglo, pasando de 147 a 140 centímetros. Veinte años después, en los noventa, volvió a menguar tres centímetros, y en 1995 se ajustó a los actuales 127 centímetros, en el marco de la epidemia que ha contagiado a buena parte de los diarios de Estados Unidos, Canadá y Brasil: la de la bobina de 50 pulgadas (o 127 cms). Es decir, el diario del Watergate ha perdido en apenas dos décadas ¡20 centímetros de anchura! Detrás de esta reducción del formato sábana está, sobre todo, el deseo de las empresas de ahorrar costes y no tanto —pese a lo que han dicho— responder a la demanda de los lectores de unos diarios más cómodos de manejar.


LA EPIDEMIA DE LAS 50 PULGADAS

La moda del formato 50” (50 pulgadas), como lo llaman en Estados Unidos, es una idea canadiense como respuesta al precio cada vez más alto del papel. La tuvo ‘The Toronto Star’ en 1992, coincidiendo con una profunda remodelación. En seguida saltó al resto del país y, en 1996, a Estados Unidos (‘The Denver Post’ fue el primero en hacerlo). En Brasil el cambio fue consensuado a través de la Associação Nacional de Jornais (ANJ), que propuso la medida a todos los diarios asociados. En julio de 1999 todos los diarios de gran formato menos uno dieron el paso simultáneamente, amparados en una campaña de promoción muy interesante: “Cambiamos en anchura, pero no en profundidad. Nuevo formato de los diarios: mejor para leer, mejor para anunciar”.Simplificando, este nuevo formato que ha ‘superverticalizado’ los diarios supone una reducción de la superficie de la página de en torno al 15% y, en consecuencia, unos gastos menores. Además, las encuestas dicen que a los lectores les gusta. En el otro lado de la balanza están el gasto (millones) que supone la conversión de las rotativas y la oposición de muchos anunciantes (sobre todo, en diarios de circulación modesta), y ambos factores también pesan a la hora de tomar una decisión. Los responsables de ‘The Toronto Star’ recuerdan aquel cambio como algo complejo pero satisfactorio, e insisten en que el verdadero origen de la mudanza fue el mercado: los lectores. A los anunciantes les hicieron ver que una página es una página independientemente de su tamaño y que, por eso, su impacto no varía. Si en 1989 se consumieron 154.000 toneladas de papel, en 1999 fueron sólo 106.000. Más de 300 diarios sólo en Estados Unidos habían ‘migrado’ al formato de 50 pulgadas para el verano de 2000, según datos del American Press Institute


FORMATO, CONTENIDOS

No conviene olvidar, en este marco, a los detractores del cambio, que los hay. Porque la verticalización excesiva de los diarios implica ajustes de escalado, tipográficos y de diagramación bastante más complejos de lo que a simple vista puede parecer si no se quiere perder legibilidad. Pero es que, además, la pérdida de espacio se ha traducido a la hora de la verdad en pérdida informativa porque los editores se resisten a aumentar la paginación. “Es una fórmula cortoplacista para ahorrar dinero, pero un gran desastre a largo plazo”, presagia pesimista el diseñador y tipógrafo austriaco Rolf Rehe. La ‘tabloidización’ de la prensa, en cualquier caso, es un fenómeno más amplio y de mayor calado que éste de las 50 pulgadas. Como bien señala Svenake Boström, anterior presidente de la Society for News Design (SND), “la europea es otra revolución, y además sin pasos previos”. En Suecia, por ejemplo, sobre todo tras la llegada en 1995 del gratuito ‘Metro’, el principal diario de Estocolmo, ‘Dagens Nyheter’, ha reconvertido en tabloides (enero de 2003) todos los cuadernos interiores (Economía, Deportes, Cultura...), manteniendo únicamente el primer cuaderno —el de noticias, la sección A— en formato estándar. Es una fórmula mixta, para ir acostumbrando a los lectores. También en Suecia, aunque con menos miedo, el diario ‘Svenska Dagbladet’ (el segundo mayor diario de la mañana) abandonó en el año 2000 el formato estándar y, tras una operación magistral de presentación a los lectores, plena de humor, hoy es un tabloide. Y, como ellos, muchas cabeceras locales y regionales desde mediados los años noventa. Algunos de los grandes diarios daneses (‘Politiken’, por ejemplo) hace años que distribuyen algunos de sus suplementos en formato tabloide, y hasta en Estados Unidos ha habido títulos de la denominada prensa 'seria' (como el ‘San Francisco Examiner’, ‘The Rocky Mountain News’ o ‘The Morning Call’, por sólo citar tres recientes) que se han reconvertido, aunque con desigual éxito.
El término ‘tabloide’, como se sabe, nació en realidad vinculado a otro tipo de prensa muy diferente a la denominada ‘seria’, que es la que hemos visto hasta aquí. La palabra inglesa ‘tabloid’ es una deformación de ‘tablet’ y proviene de una marca registrada en 1884 por la empresa Burroughs Wellcome & Co para designar un comprimido medicinal. En 1896 Alfred Harmsworth, luego conocido como Lord Northcliffe, impulsaba en Londres el ‘Daily Mail’, el primer diario popular británico, en tabloide formato estándar. Él mismo, en 1900, lanzaba en Nueva York el ‘World’, que dirigiría el no menos célebre Joseph Pulitzer. Pero el primer tabloide de la Historia, tal y como hoy los concebimos, llegó en 1919: el ‘New York Illustrated Daily News’, obra de Joseph Medill Patterson, con Harmsworth, cómo no, detrás de la operación. Sería su portada del 14 de enero de 1928, que muestra a toda plana a un reo ejecutado en la silla eléctrica bajo el titular ‘Muerto’ compuesto a 172 puntos, la que daría inicio a la auténtica ‘era tabloide’, la de la prensa popular. Como dice Harold Evans, antiguo director de ‘The Times’, “lo importante del término ‘tabloide’ que inventó Lord Northcliffe no es tanto el tamaño sino el tipo de periodismo que proponía”. De hecho, los diarios populares británicos no hicieron la reconversión de estándar (sábana) a tabloide hasta bien entrado el siglo XX. Primero fue ‘The Sun’, en 1969. Le siguieron el propio ‘Daily Mail’ (1971) y el dominical ‘News of the World’ (1984).
Todo esto suscita, como mínimo, estas seis reflexiones:



1.Los ‘compactos’ serán las nuevas ‘core edition’ de los diarios serios.
“¿Acabarán los tabloides, más fáciles de leer, con los diarios sábana?”, se preguntaba ya en 1989 Don Sena, profesor de la Syracuse University, en un artículo titulado “Diez reflexiones sobre el futuro del diseño de diarios”. “La moda del formato de 50 pulgadas es la antesala de la era tabloide”, asegura Rolf Rehe. Lo cierto es que ninguno de los gurús del diseño mundial predijo en 1988, durante un seminario en el American Press Institute, un futuro en tabloide. Todo lo más, algunos vaticinaban formatos más pequeños. Reunidos una década después (1999) para profetizar sobre cómo serán los diarios en 2020, casi todos se apuntan ahora al carro.
El diseñador Mario García, autor de más de 300 proyectos durante tres décadas, ha dicho recientemente: “En 20 años todos los diarios serán tabloides. Los lectores prefieren formatos pequeños”. Un estudio reciente recogido por ‘The New York Times’ revela que entre las características del periódico ‘ideal’ de los jóvenes sobresale el hecho de que su formato sea tabloide. Lo cierto es que, hoy por hoy, todo diario que nace en el mundo es tabloide. La coincidencia es casi unánime: las versiones 'compactas' de los diarios estándar británicos van a ser en poco tiempo no la alternativa sino la opción principal, la ‘core edition’. Y eso a pesar del riesgo que eso supone para una masa nada despreciable de audiencia, que —por factores culturales— sigue vinculando el formato tabloide a un determinado tipo de prensa más ‘popular’. Pero el quid de la cuestión no es ése sino éste: ¿se habrán creado nuevos lectores o, simplemente, habrá un trasvase de lectores de un formato a otro?

2.Los sistemas de edición multiplataforma pueden facilitar el cambio. ¿Veremos pronto una edición tabloide de ‘The New York Times’? Difícil por ahora. Pero no andaba muy errado Steve Outing en un artículo reciente cuando señalaba que, precisamente por ser Nueva York como es, la ‘gran dama’ de la prensa podía beneficiarse largamente de una edición ‘compacta’ vendida en los quioscos. Al fin y al cabo, la tendencia general en la producción de noticias se encamina hacia los sistemas multiplataforma. Algo así como “escribe una vez y publica o reproduce todas las que quieras” a través de diferentes medios o plataformas: sábanas o tabloides, pero también teléfonos móviles, etcétera. Algo que hoy es posible gracias al desarrollo tecnológico.


3. Los tabloides son más fáciles y más baratos de producir.A diferencia de los diarios estándar, los tabloides permiten —en términos generales— que el diario se imprima de una vez, evitando posteriores manipulados para su encarte. Las implicaciones de la ‘tabloidización’ son evidentes: muchas redacciones pueden ver aliviada la dictadura de sus cierres escalonados por cuadernos y ‘actualizar’ al máximo todas las secciones. Sea como sea, producir un tabloide es más sencillo. En realidad, también es más barato. Lo difícil es mantener la producción del doble formato por sus elevadas cargas financieras. Brian MacArthur reflexionaba en ‘The Times’ el pasado mes de diciembre sobre este punto: "Con las rotativas saturadas de trabajo, así como disparados los costes al tener en la calle dos ediciones con dos formatos diferentes, la gran pregunta es si ‘The Independent’ y ‘The Times’ serán capaces de mantener la situación indefinidamente". Más pronto que tarde, añadía MacArthur, ambos tendrán que decidir dar el paso y convertirse únicamente en tabloides. ¿Y qué hay de los recursos humanos en las salas de Redacción? ¿Es posible hacer este doble esfuerzo sin nuevas contrataciones? La Unión de Periodistas Británicos ya ha mostrado sus dudas. ‘The Times’, por ejemplo, se ha visto obligado a contratar entre 15 y 20 nuevos redactores. En cuanto a la distribución, tanto ‘The Times’ como ‘The Independent’ están incentivando a los quiosqueros. ‘The Times’ ha subido el pago de 12,5 a 18 peniques por ejemplar; ‘The Independent’, pasó inicialmente de 14,4 a 30 peniques. Está claro que, por ahora, y dada la guerra, se constata una reducción del beneficio por ejemplar. La cosa tiene que decantarse.

4. Después del susto, los anunciantes no podrán excesivos problemas. De momento, la preocupación se ha trasladado a los departamentos financieros, que hacen números. No es tan fácil cuadrar la venta de anuncios, las tarifas y demás implicaciones comerciales. Los anunciantes han empezado a poner algunos peros. Por ejemplo, ¿quién va a correr con los gastos adicionales que supone hacer anuncios en dos formatos? La Sociedad Británica de Anunciantes (ISBA), las agencias y centrales de compra han manifestado su preocupación. ‘The Independent’ ha accedido a pagar la denominada tasa de control o de paso, que incluye la reproducción de anuncios en el diario, pero ‘The Times’ cobra a los anunciantes un doble peaje. Lo que salta a la vista, por tanto, es que los anunciantes no se quejan por el formato sino por los inconvenientes de esta etapa de transición y convivencia.

5. Hacia una popularización (humanización) de la prensa 'seria'. El formato tabloide ha sido asociado tradicionalmente en los países anglosajones a la prensa popular. Hasta la fecha, esta asociación sigue vigente y despierta recelos en muchas compañías, temerosas de dar el paso. De hecho, tanto ‘The Times’ como ‘The Independent’ han insistido en sus campañas de lanzamiento en que sus ‘compactos’ son un calco de las ediciones estándar, palabra por palabra. Lo importante es que no sólo en cuestión de formato sigue la prensa 'seria' a la popular: también en contenidos y en tratamientos informativos se está produciendo un trasvase muy interesante. La prensa 'seria' está aprendiendo muchísimas cosas de la tradicionalmente denostada prensa popular. “La influencia de los tabloides en nuestro producto es indiscutible. Hemos tomado la energía de una escritura más corta”, asegura Ian Katz, responsable del suplemento tabloide G2 en ‘The Guardian’. Asistimos, por tanto, a otro tipo de ‘tabloidización’ de los diarios de prestigio. Que no significa degradación de la calidad informativa sino, entre otras cosas, acercamiento al ciudadano y a sus intereses y preocupaciones. La tabloidización de los diarios ‘serios’ es especialmente significativa ante noticias de gran impacto. Basta recordar el estallido de la guerra de Irak o la captura de Sadam Husein. “Confieso que me gustan. Ofrecen más sorpresas periodística que muchos de los llamados diarios serios”, reconoce Mario García.

6. España, pionera de la prensa tabloide 'seria.' Resulta curioso comprobar cómo en esta 'revolución' España ha sido un país pionero desde hace casi treinta años. Existía de siempre Abc. El País, Diario 16, Deia, El Periódico de Cataluña (aunque éste en un formato berlinés, algo mayor que el tabloide)... aparecieron a mediados y finales de la década de los setenta abrazados a la democracia y al formato tabloide. En 2003 el último diario ‘grande’ español, Heraldo de Aragón, adoptaba el formato convencional. La prensa del sur de Europa siguió pronto el ejemplo español (Portugal, Francia, Italia). Y en América Latina hay ejemplos abundantes: Clarín, en Argentina, y también la mayor parte de los diarios centroamericanos. ¿Qué quiere decir esto? Simplemente, que los diarios y los profesionales de estos tabloides están más habituados y mejor preparados que sus colegas anglosajones, y que por ahí pueden llegar oportunidades de trabajo interesantes en otros mercados. De hecho, las versiones compactas de ‘The Times’ y de ‘The Independent’ no acaban de funcionar visualmente como auténticos tabloides: más bien parecen sábanas reducidos.

SENSACIONALISTA

El sensacionalismo es la forma de ser extremadamente
polémico y querer llamar mucho la atención.
Esta palabra se suele referir a los
medios informativos. Los que critican los sesgos mediáticos de cualquier signo político suelen acusar a los medios de adoptar posturas sensacionalistas en su forma de ofrecer las noticias. Es decir, que acusan a los medios de informar a menudo sobre asuntos chocantes o que llaman la atención en lugar de asuntos relevantes o importantes.
Actualmente con numerosos programas televisivos se está dando aún más importancia a asuntos de escasa trascendencia como la vida privada de personas famosas, que despiertan un gran interés entre el público.



EL SENSACIONALISMO VENDE

Está claro que cuando alguien quiere dar una noticia ésta debe ser atrayente, debe ser una noticia que asegure la mayor tirada de un periódico o revista o la máxima audiencia en televisión. Así, con una sociedad como la nuestra que parece vivir sólo para los rumores, nos encontramos con que lo polémico, para pesar de muchos, es siempre noticia.
Puede que el descubrimiento de alguna vacuna o los acuerdos de paz tengan su interés, pero venden más los fichajes futbolísticos, los escándalos políticos y económicos, los amoríos de los famosos y la violencia supuestamente engendrada por elementos (sub)culturales (pongo el 'sub' entre paréntesis porque no considero ni el rol ni los cómics ni nada de esto como algo por debajo de la cultura).
¿Que por qué volver al tema de siempre? Bueno, es algo inherente a lectores de cómic, jugadores de rol, de juegos de estrategia y de videojuegos, no podemos quitárnoslo, parece como si nos colgaran un cartel de "Ahí tienes a un friki: ¡vamos a desprestigiarlo!". Por supuesto, todos sabemos el problema: la ignorancia.
Mucha gente no sabe ni lo que es el rol ni qué se puede leer en un cómic. Entre esa gente se encuentran muchos periodistas, que demuestran su falta de profesionalidad a la hora de hacer noticias cuando no se trata de Bush, Ronaldo o Yola Berrocal. Se ha oído y leído de todo.